domingo, 10 de julio de 2016

Leyendas Y Tradiciones: Frijol




Cuenta una leyenda que el frijol surgió, junto con el ser humano, del cieno que precedió la creación de cosmos. Los antiguos egipcios conocieron el frijol a través de los sirios, y cultivaron la planta a lo largo de las orillas del río Nilo, donde el clima y el suelo favorecían las cosechas.
Si bien el frijol se consideraba entonces poco propio para el consumo de las castas eclesiásticas, muchos egipcios adoptaron la nutritiva leguminosa como fuente de alimento cotidiano. Poco a poco, se fue creando un aura de misterio y superstición en torno al frijol, convirtiéndose en práctica común entre los egipcios colocar ofrendas de frijol en las tumbas de sus seres queridos, para alimentar a los difuntos durante su travesía hacia la eternidad.
Los tentáculos de la superstición se extendieron hasta abarcar a Grecia y Roma. Pitágoras, el filósofo y matemático griego, no sólo creía que el frijol encerraba el espíritu de los muertos, sino que embotaba el cerebro de quien lo comía, y llegó a prohibir el consumo de de frijoles a sus discípulos. De todos modos, el frijol logró ganarse el favor de los griegos, que lo consumían a menudo y le dieron un lugar de honor en sus festivales. Durante el festival anual del frijol dedicado a Kiametes, patrono de la planta del frijol, los griegos solían ofrecer sacrificios a la deidad. Al igual que los egipcios, los griegos y los romanos atribuían un significado al frijol, que según la tradición se compartían con los asistentes a festividades y ceremonias mortuorias.
Con todo, los romanos también estimaban el frijol como un símbolo de buena suerte. Así, los campesinos solían sembrar un frijol con sus cultivos para propiciar las cosechas, y los mercaderes mezclaban frijoles con sus mercancías para invocar a la prosperidad en los negocios. Además, el frijol desempeñaba un papel importante en el escenario político de los romanos durante las elecciones, cuando los candidatos inclinados al intercambio de favores, recogían votos a cambio de generosos pagos en frijoles. Asimismo, el sistema el sistema jurídico se valía de frijoles para alcanzar veredictos mediante una singular lotería, que declaraba inocente el acusado que sacaba un frijol blanco, y culpable al que sacaba un frijol negro. Así que, posiblemente, según se cree, el origen de «dar bola negra» a alguien, se encuentra en esta antigua costumbre.

Los romanos también confiaban en los poderes del frijol para ahuyentar los espíritus malignos. ¿Cómo? Es muy fácil. Según la creencia hay que levantarse a medianoche y llenar la boca de frijoles. Luego los frijoles se escupen uno a uno, por encima del hombro, repitiendo: «Con estos frijoles me libero de los espíritus malignos». En cuanto a las propiedades medicinales atribuidas al frijol, los romanos recomendaban una mezcla de frijoles cocidos machacados con ajo, como remedio seguro para el catarro la tos. Además se dice que la crema facial que producían con harina de frijoles molidos mucho contribuyó a la belleza de las damas romanas.

Mito De La Sopa De Frijoles


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